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TODOS
LOS PROBLEMAS FILOSÓFICOS HAN SURGIDO EN EL CONTEXTO DE UNOS HECHOS
HISTÓRICOS Y SOCIOCULTURALES, ASÍ COMO EN EL MARCO DE UNA
CORRIENTE FILOSÓFICA O FRENTE A OTRA CORRIENTE. EN ESTA CUESTIÓN,
DEBES DESARROLLAR DE FORMA SINTÉTICA ESTE CONTEXTO, RELACIONÁNDOLO
CON EL PROBLEMA FILOSÓFICO PROPUESTO, DE MANERA QUE PUEDA COMPRENDERSE,
EL PORQUÉ DE ESE PROBLEMA EN ESE MOMENTO DADO Y NO EN OTRO.
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San Buenaventura (1221 -1274) en este texto expone
el tema de la existencia de Dios como algo indudable para el alma humana. Con la caída del Imperio Romano
y la invasión de los pueblos bárbaros, la sociedad europea se sumió en una
oscuridad casi total. Sólo en la Iglesia se conservó la cultura greco -
romana. La conversión al cristianismo de los pueblos bárbaros y la aparición
de los monasterios, son los dos hechos que determinan la mentalidad medieval
como una época teocéntrica. La existencia de Dios y su Ley, iluminan
y dan sentido a toda la ciencia y filosofía medieval.
La filosofía escolástica que empieza a enseñarse primero
en los monasterios y luego en la universidad, tiene como objetivo fundamental,
no buscar la verdad, sino entender la verdad ya dada por la revelación.
La filosofía es un medio para extender la fe, la filosofía es ancilla
theologiae.
Toda la cultura medieval se desarrolla en las escuelas
monacales. Según los valores de la sociedad medieval, el hijo primogénito
se destina a la guerra, a ser caballero y a realizar los ideales de la
caballería. El segundo se ofrecía a Dios, era oblato. Estos niños
oblatos iban a la escuela monacal, aprendían a leer y a escribir, dos
cosas absolutamente necesarias para la oración, que consistía en algunos
momentos del día en la lectura de la Sagrada Escritura, de los Santos
Padres como San Agustín e incluso de otros filósofos antiguos; mientras
un monje leía, los demás copiaban; gracias a este trabajo se han podido
conservar muchas obras de la antigüedad. La regla de San Benito ora
et labora transformó los campos enseñando los cultivos y la sociedad
europea a través de la cultura cristiana.
Con el tiempo empiezan a ir a las escuelas otros niños,
aunque no lleguen a ser monjes. Éste es el origen del oficio o mester
de clerecía, el oficio de enseñar.
Desde la muerte de San Agustín en 430, hasta el llamado
Renacimiento carolingio a finales del siglo VIII, sólo destacan algunas
figuras importantes, Boecio (524), ministro del rey ostrogodo Teodorico,
San Isidoro de Sevilla (636), figura egregia en la España visigoda, autor
de las Etimologías o nombres de Cristo.
A finales del siglo VIII y principios del IX, se produce
un resurgimiento de la actividad cultural, gracias a la visión de Carlomagno,
que comprendió la importancia de la cultura para la prosperidad de un
pueblo, y la unión entre la autoridad suprema de Dios, y la autoridad
política. Para ello ordenó y favoreció la creación de escuelas que fueron
de tres clases:
Escuelas monacales, principalmente en los monasterios
benedictinos, que tenían dos secciones, la escuela interna para
los monjes y la escuela externa para los seglares, para aquellos
que no iban a ser monjes.
Escuelas episcopales o catedralicias,
en las sedes episcopales y en las catedrales. También con dos secciones:
la eclesiástica y la seglar.
Escuelas palatinas, en la Corte de los Reyes.
El mismo Carlomagno fundó la escuela palatina de Aquisgrán, donde se llevó
como maestro al inglés Alcuino de York, célebre por su erudición.
En estas escuelas se fomenta la filosofía y ciencia
medievales. De ahí el nombre de Filosofía escolástica. Poco a poco estas
escuelas fueron desarrollándose, destacando con el transcurso del tiempo,
la de York, en Inglaterra; la de Fulda en Alemania; las de París, Reims,
Tours, Bec, Cluny y Chartres en Francia.
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París se convirtió en un centro importantísimo de
la cultura y de la filosofía europea; ya en el siglo XI había tres escuelas,
la de Nuestra Señora, la de Santa Genoveva y la de Saint - Germain des
Prés, a las que en el siglo XII se añadió la de San Víctor; de todas ellas
surge ya en el siglo XIII la Universidad de París, la Sorbona.
Las universidades, universitas magistrorum et
scholarum, son estudios generales, que responden al deseo de universalizar
la sabiduría de las diferentes escuelas, como unión de profesores y alumnos.
El método pedagógico - didáctico era el de la lectio y la comentatio.
El profesor (al igual que el monje en el monasterio) lee las obras de
los antiguos filósofos (algunas obras de Platón, como el Timeo; de Aristóteles
parte de la Lógica, las traducciones de Boecio de las obras de Porfirio
y Aristóteles; algunos escritos de Cicerón, Sénca y Lucrecia; las obras
de los Padres de la Iglesia, especialmente San Agustín y el Pseudo - Dionisio),
y después las comenta. Cada alumno toma sus apuntes, y al final del curso
comienzan a aparecer los Manuales - libros hechos a mano - que contienen
los temas tratados; así aparecen las Sumas, como la Suma Teológica de
Santo Tomás. A lo largo del curso escolar, también tenían lugar las Disputatio,
cuestiones problemáticas que se debatían acaloradamente y donde había
posiciones enfrentadas o dialécticas, que dieron origen al método escolástico
del Sic et non. Las materias impartidas eran por un lado las artes
liberales, que comprendían:
l. El trivium, triple vía, integrada por la
Gramática, Retórica y Dialéctica.
2. El quadrivium, la cuádruple vía, integrada
por la Aritmética, Geometría, Música y Astronomí.
También estudiaban algo de Cosmología, semejante
a las Ciencias de la naturaleza.
En la cúspide de los estudios, estaba la Filosofía,
y por último como el saber más importante la Teología, como estudio
y conocimiento de Dios era el valor fundamental de la sociedad y de la
universidad. Alcanzar el grado de Maestro en Teología, era el título de
mayor prestigio.
La filosofía escolástica tiene a lo largo de la Edad
Media, tres períodos. El de formación que va desde el siglo IX al siglo
XII. El de apogeo que abarca el siglo XIII, donde aparecen los pensadores
más importantes como Santo Tomás, San Alberto Magno, San Buenaventura
etc., y el periodo de transición a la filosofía moderna.
Las causas del apogeo de la filosofía escolástica
se debieron en una gran parte a la ingente labor de la Escuela de Traductores
de Toledo, en la España musulmana, gracias a estas traducciones al
árabe y al latín, se conocieron todas las obras de Aristóteles, que en
un principio fueron acogidas con recelo. Fue mérito de Santo Tomás de
Aquino, el integrarlas en la filosofía cristiana. También fueron muy importantes
las universidades que divulgaron y extendieron los conocimientos. Por
último el gran impulso de la filosofía y teología medievales, lo dieron
la creación de las dos órdenes mendicantes dominicos y franciscanos. En
su afán de vivir con plenitud la pobreza evangélica, se centraron en el
estudio de la filosofía y de la teología; todos los grandes pensadores
de esa época son dominicos (S. Tomás) o franciscanos (San Buenaventura).
En los tres periodos de la filosofía escolástica,
el tema fundamental de las discusiones disputatio, y de las Sumas,
sigue siendo el tema de Dios, principalmente el problema de la fe y de
la razón, de la Teología y de la Filosofía, ya que la filosofía es un
medio para profundizar en la fe.
En esta polémica surgen tres posturas:
1. Los dialécticos; creen que la fe debe ser
analizada y demostrada por la razón, como Juan Escoto Erígena, Berengario
de Tours etc.
2. los antidialécticos, sostienen que la única
sabiduría es la que da la fe, y la postura anterior es mero orgullo o
soberbia de la razón humana. La filosofía es en todo el sentido de la
palabra, sierva de la teología Philosophia ancilla Theologiae.
Representantes importantes son Lanfranc de París y Pedro Damiano.
3. Una postura intermedia es la que sostiene
por primera vez en el siglo XI, Gerberto de Aurillac y que continúa Santo
Tomás en el siglo XIII. Fe y razón son distintas, son dos caminos que
confluyen a un mismo mar de la Verdad. Ambas proceden de Dios, por tanto
si la razón funciona bien, no puede llegar a conclusiones opuestas a las
de la fe. La Filosofía y la Teología son saberes distintos que se complementan.
La Filosofía alcanza algunas verdades de la fe, como la existencia de
Dios y la inmortalidad del alma. La Teología, amplía nuestro conocimiento
de Dios a través de la Revelación, por ejemplo Dios es Trinidad.
En resumen la Filosofía ayuda a la Teología demostrando
algunas de las verdades reveladas, preámbulos de
la fe*, y viendo la racionalidad de otros misterios de fe, como
la Trinidad. Estas verdades no son irracionales sino suprarracionales.
Por su parte, la Teología ayuda a la Filosofía, aportando
nuevos conceptos filosóficos, como el de creación del mundo o el de la
dignidad de la persona humana en el orden moral.
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sic et non: método característico de la filosofía
escolástica, iniciado por Pedro Abelardo en el siglo XII. Para alcanzar
la verdad en cualquier tema difícil, expuesto a debate, primero se ponían
las tesis a favor de una hipótesis, seguidamente las objeciones o antítesis,
y por último después de varias argumentaciones, se llegaba a una conclusión,
que normalmente fundamentaba la hipótesis inicial, pasando a ser considerada
una tesis cierta.
Preámbulos de la Fé: son algunas
proposiciones como la existencia de Dios, o la inmortalidad del alma,
que pueden ser conocidas a través de la razón, y suponen una introducción
a las verdades o dogmas de fe, dentro del cristianismo.
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