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PARA DESARROLLAR UN TEMA, ES IMPORTANTE DEDICAR UN TIEMPO
A REALIZAR UN ESQUEMA MENTAL O ESCRITO SOBRE CÓMO SE VA A ENFOCAR Y QUÉ
PUNTOS SE VAN A TRATAR. ESTOS APARTADOS DEBEN QUEDAR BIEN CLAROS EN EL
DESARROLLO DEL TEXTO.
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Es indudable que el pensamiento de Marx, es inseparable
de las luchas, el movimiento obrero, las asociaciones internacionales
de trabajadores (A.I.T), y todas las revoluciones sociales del siglo;
así como del socialismo teórico, al que Marx irónicamente bautizó como
socialismo utópico.
A principios del siglo XIX comenzaron a utilizar la
palabra socialismo, algunos intelectuales radicales herederos de la Ilustración,
para criticar los efectos sociales negativos que había producido la industrialización,
el paso del taller a la fábrica. Masas de campesinos, se habían trasladado
a las ciudades para trabajar como obreros. Eran las masas proletarias,
que vivían en los suburbios y apenas podían sacar adelante a su "prole".
Los primeros teóricos socialistas fueron algunos aristócratas franceses
como el conde de Saint - Simon, Charles Fourier y el empresario británico
Robert. Todos ellos se oponían al capitalismo por considerarlo injusto
y explotador de los trabajadores, a los que degradaba y convertía en máquinas
o bestias, permitiendo a los ricos incrementar sus rentas y fortunas aún
más, mientras los trabajadores se hundían en la miseria. También mantenían
que el capitalismo era un sistema irracional e ineficaz para desarrollar
las fuerzas productivas de la sociedad, debido a los ciclos, es decir,
períodos de superproducción o escasez de consumo; además no proporcionaba
trabajo a toda la población, por tanto los recursos humanos no eran del
todo aprovechados; generaba lujos en lugar de satisfacer necesidades reales.
Aumentaba las desigualdades y tensiones entre distintas clases sociales.
El socialismo supuso una reacción a los ideales del
liberalismo: exceso de libertad, éxito individual, fomento de los derechos
privados a expensas del bienestar colectivo etc.
Uno de los éxitos del socialismo como movimiento
reivindicativo y como teoría política, fueron las Asociaciones Internacionales
de Trabajadores (AIT). En 1864 se fundó en Londres la Primera Internacional,
asociación que pretendía establecer la unión de todos los obreros del
mundo, y planteaba como objetivo final la conquista del poder político
por el proletariado. Las fuertes disensiones surgidas entre el socialismo
de Marx y el anarquismo de Bakunin, contrario a la centralización jerárquica
que Marx propugnaba, provocaron su ruptura en 1876.
Sin embargo las teorías marxistas fueron aceptadas
por la mayoría, y a finales del siglo XIX, en 1889, se fundó la Segunda
Internacional. El marxismo fue el soporte teórico - práctico de los grupos
socialistas a partir de la interpretación materialista de la historia,
y se convirtió en la ideología de casi todos los partidos que defendían
la emancipación de la clase trabajadora, con la excepción del movimiento
laborista de los países anglosajones y de diversas asociaciones anarquistas,
que tuvieron un mayor éxito en Italia y en España, y de España pasaron
a Sudamérica. El socialismo, no obstante, también tuvo importancia en
España, fundándose en 1879 el PSOE (Partido Socialista Obrero Español).
En estos momentos, el socialismo experimentó una gran
transformación al pasar de ser una teoría de un reducido número de intelectuales
y activistas, a la ideología de los partidos de masas de las clases trabajadoras.
A la muerte de Marx, sus ideas se popularizaron por
obra de Engels y la Segunda Internacional Socialista. De acuerdo con el
marxismo, los socialistas sostenían que las relaciones capitalistas irían
eliminando a los pequeños productores hasta que sólo quedasen dos clases
antagónicas enfrentadas: capitalista y obreros. Los partidos socialistas
aliados con los sindicatos luchaban por conseguir reivindicaciones laborales,
que quedaron plasmadas en la Segunda Internacional Socialista y en el
programa del SPD, partido socialista alemán.
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Estas reivindicaciones mínimas incluían importantes
reformas políticas como el sufragio universal y la igualdad de derechos
entre hombres y mujeres, un sistema de protección social (seguridad social,
pensiones y asistencia médica), la regulación del mercado de trabajo,
la jornada de ocho horas, la legalización y reconocimiento de las asociaciones
y sindicatos de trabajadores, etc.
Los socialistas pensaban que estas reformas podrían
hacerse de forma pacífica en los países más industrializados y solo de
manera revolucionaria en los que permaneciera el despotismo, como el caso
de Rusia. Rosa Luxemburgo abogaba por el recurso de la huelga general
de las masas como arma revolucionaria.
La I Guerra Mundial y la Revolución Rusa provocaron
la ruptura de la Segunda Internacional entre los partidarios de Lenin
- que fundarían en 1919, la Tercera Internacional y los partidos comunistas
- , y los socialdemócratas reformistas, que se mantuvieron con el nombre
de socialistas o socialdemócratas. |