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LA RESPUESTA TIENE DOS PARTES:
PRIMERO SEÑALARÉIS AQUELLOS AUTORES QUE HAN INFLUENCIADO
A NUESTRO AUTOR, DICIENDO EN QUÉ LE HAN INFLUENCIADO.
DESPUÉS, MENCIONARÉIS AQUELLOS AUTORES O CORRIENTES
QUE HAN SIDO INFLUENCIADOS POR EL AUTOR Y LA POSIBLE VIGENCIA ACTUAL DE
ÉSTE.
NO SE TRATA DE HACER UNA LISTA SINTÉTICA DE AUTORES
CONTANDO SU PENSAMIENTO, SINO DE QUE RELACIONÉIS CADA UNO DE ELLOS, DICIENDO
SÓLO QUÉ APORTA O EN QUÉ HA SIDO INFLUENCIADO POR EL AUTOR
CONCRETO QUE SE NOS PIDE.
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Las primeras influencias, se encuentran en el mundo
de la antigüedad griega, en especial entre los presocráticos;
Nietzsche es uno de los primeros filósofos contemporáneos que los redescubre
anteponiéndolos a las tres grandes figuras: Sócrates, Platón y Aristóteles.
Los más importantes son por supuesto, Heráclito con
su doctrina del eterno devenir, y la oposición y lucha de los contrarios
en la dialéctica, Jenófanes, representante del escepticismo epistemológico,
"Si los bueyes, las vacas o los cerdos, tuvieran dioses, los representarían
como bueyes, vacas o cerdos". Protágoras, el principal sofista con
su teoría del "homo - mensura": El hombre es la medida de todas las
cosas, y, por tanto jamás puede llegar a una verdad en sí misma. En
esta idea, Nietzsche afirma "al tomar al hombre como medida de todas
las cosas, cae en el error de creer que las tiene delante de sí; cuando
el hombre olvida que las metáforas intuitivas originales no son más que
metáforas y las toma como cosas mismas" ("Sobre verdad y mentira en
sentido extramoral", párrafo 325-330).
Gorgias de Leontini con sus tres famosas frases: "Nada
existe. Si algo existiera, sería incognoscible. Si algo existiera y fuese
cognoscible, sería incomunicable", que podemos interpretar como un
relativismo psicológico, según el cual el conocimiento que tenemos de
las cosas no es reflejo exacto de ellas, sino la síntesis de unos datos
externos procedentes de la percepción y de las estructuras propias del
sujeto que conoce.
Avanzando en la historia de la filosofía occidental,
Nietzsche recibe el impacto del pensamiento crítico moderno, y
especialmente de la ilustración, a través de los autores empiristas
como Hume, y en especial de Rousseau con sus conceptos de bondad natural
y contrato social. La bondad natural se transforma en el concepto
nietzscheano de "inocencia del ser", y también en parte en la "voluntad
de poder"; el contrato social roussoniano, es aceptado por Nietzsche como
el origen social y convencional de lo que llamamos "verdad". "...puesto
que el hombre, tanto por necesidad, como por hastío, desea existir en
sociedad, precisa de un tratado de paz y, de acuerdo con éste, procura
que, al menos, desaparezca de su mundo el más grande "bellum contra omnes".
Este tratado de paz, conlleva algo que promete ser el primer paso para
la consecución de ese impulso hacia la verdad. En ese momento se fija
lo que a partir de entonces ha de ser "verdad"..." ( "Sobre verdad y
mentira en sentido extra moral", párrafo 85 -95).
Sin embargo la principal influencia, en este período
se encuentra en el Kant de la "Critica de la razón pura". Kant
distingue entre fenómeno y noumeno. El noumeno, las sustancias o cosas
en sí mismas son inalcanzables, por tanto la metafísica tradicional es
una simple "ilusión", es decir un deseo fallido de nuestro entendimiento
que apoya la falsa creencia en una verdad absoluta. Nietzsche acepta de
Kant, su teoría del conocimiento, sólo conocemos las apariencias o
fenómenos, en función de nuestras categorías mentales, cayendo en
la ilusión del dogmatismo. Hay que decir, sin embargo, que la influencia
kantiana la recibe a través de su eminente discípulo Arturo Schopenhauer,
cuya imponente figura, fue atenuada por su gran contrincante Federico
Hegel.
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Voluntad de poder: es la expresión de la realidad esencial que preside la naturaleza, es
la fuerza expansiva de los valores vitales, que deben sustituir a los
nihilistas e ilusorios. La voluntad de poder lleva a la sustitución de
la moral de los esclavos por la moral de los señores.
Superhombre: es la
afirmación del sentido de la tierra, una mutación no genética sino cultural
que hace del individuo su propio creador, es la meta de la evolución humana.
Dios ha muerto, hay que evolucionar hacia el superhombre, ya que el hombre
es un puente hacia el superhombre. Es la afirmación y síntesis de los
valores vitales frente a la decadencia y al nihilismo de los valores de
la sociedad occidental.
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Schopenhauer es el principal precursor del vitalismo
nietzscheano, al reinterpretar la epistemología kantiana, haciendo del
fenómeno mera ilusión, tras la que se oculta la voluntad infinita y ciega,
la fuerza, tendencia o impulso universal, que se objetiva, mediante el
espacio y el tiempo, en una pluralidad de cosas, que no son otra cosa
que la representación fenoménica, es decir, pura apariencia, de esa tendencia
o voluntad universal; el ser humano es la individualización consciente
de esa fuerza ciega; la voluntad humana es deseo siempre insatisfecho;
por esto debe liberarse a través de la disolución del yo individual en
la voluntad universal que promueven el arte, y la moral. Esto último es
de clara inspiración budista. Quizá la mayor influencia sea la elaboración
del concepto nietzscheano de la voluntad de poder.
A estas influencias netamente filosóficas, hemos de
añadir la influencia del romanticismo en todos los sectores del
arte, desde la música Wagneriana, que exalta la tradición alemana, hasta
la filología, como apología del mundo clásico. Esta influencia es fundamental
desde su primera obra "El origen de la tragedia en el espíritu de la
música". Esta obra marca la nueva perspectiva vitalista de la filosofía
nietzscheana al establecer la distinción fundamental entre el espíritu
apolíneo y el dionisiaco. La tragedia griega es la expresión más profunda
de la vida, que se propone al ser humano como un misterio. Los antiguos
griegos, de la mano del dios de la luz y de la razón, Apolo, aceptaban
las simetrías y perfecciones del mundo. De la mano de Dioniso, comprendían
los horrores y enigmas de la existencia, de este modo superaron el pesimismo
al aceptar a Dioniso, al afirmar el lado oscuro de la existencia, al buscar
una salvación a través del arte. La influencia ejercida por Nietzsche en el siglo XX,
ha sido inmensa dando origen a tendencias incluso opuestas. Podemos decir
que su pensamiento sigue teniendo una gran actualidad.
Su crítica despiadada al conciencialismo y al dogmatismo
racionalista, ha tenido gran influencia en la aparición del psicoanálisis
freudiano, que afirma el hecho de que la conciencia no es más que la superficie
de nuestro mundo interior, siendo la superficialidad y el engaño las formas
usuales del actuar consciente. El ser humano es un campo de batalla de
fuerzas, pulsiones inconscientes, que llevan al ser humano e incluso a
la sociedad a un malestar, y a una existencia alienada. La exaltación
nietzscheana de las fuerzas irracionales de la existencia, y el nihilismo,
ha dado paso a una de las corrientes filosóficas más representativas en
el siglo XX, la corriente existencialista: Jaspers, Heidegger,
y especialmente Sartre son sus deudores.
Desde el punto de vista de la filosofía política,
la ambigüedad del discurso nietzscheano ha permitido que libertarios y
nazis quieran apropiarse de su doctrina cada uno por su lado. Los nazis
como buscadores del superhombre han
relacionado su pensamiento con Spengler y Rosenberg, los libertarios han
realizado una lectura nihilista inspirándose en la transmutación de los
valores para alcanzar una sociedad libre. Para algunos neomarxistas como
Horkheimer el vitalismo de Nietzsche supone una legítima protesta contra
la rigidez de un racionalismo vacío y uniformador del individuo característico
de las formas capitalistas de vida.
Es importante también su influencia en el relativismo
lingüístico de Benjamín Lee Whorf, en la actual filosofía del lenguaje
e incluso en la teoría de la ciencia.
Por último hay que señalar la influencia nietzscheana
en la literatura y filosofía española contemporánea. Pío Baroja en El
árbol de la ciencia; Ortega y Gasset, en Verdad y Perspectiva,
de su primera época perspectivista, y en su época vitalista. María Zambrano,
por su parte, influida por varias obras de Nietzsche, como Así habló
Zaratustra y Aurora, ha criticado y transformado los conceptos
de nihilismo y de muerte de Dios, en un sentido positivo como "la última
aparición de lo sagrado". |
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